Aunque
eludas mi poema
no te
será indiferente;
pues
llega a tu pecho ardiente
y al
rosicler de la yema
de tu
boca, que lo quema
posando un beso en mi verso.
Un latido
de regreso
me
anuncia sobre el papel
que lo
aceptataste, mujer,
con la
caricia de un beso..
Lo que
siento, es cuanto digo,
y no le
falta razón
a este loco
corazón
atrevido
y sensitivo;
siempre
dándome motivos
para
afear su conducta
temiendo
a toda resulta.
Aunque
tanto hoy como ayer
en las
cosas del querer
el amor
no se consulta..
fernando
naranjo duran
20-8-2016
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