lunes, 10 de enero de 2011

Guadiana, río amigo..
















soliloquio

Después de “acachetar” al enmascarado en santurrón, nada noble, manso año viejo...

Que repartió cornadas a diestros más que a siniestros?..

Ya en despejada cotidianeidad, una delicia fue esta mañana pasear el puente sobre aguas turbias y presurosas, que no aguas turbulentas aunque suene mejor su metáfora…

Entregado a la nebulosa de mis “vaga-mundos” pensamientos, pareció me, fuera un puente de plata al cariño que se va? Un tendido sugerente hacia un destino final...

Siempre me sentí río, por aquello de haber navegado en itinerarios sin retorno, a veces, haciendo oídos sordos a cantos de sirenas, y sin amarrar, en alguna que otra orilla aun que me resultara seductora ó apetecida…Navegar, siempre navegar…

Hoy, puntual, alguna lágrima se deslizo muros abajo, y embarcada en la fluida marea debió hacerse acompañar de mi melancolía en una especie de valses ó tarantelas, regalo que ya me hice, del maestro Nino Rota, que acariciaban mis oídos desde un diminuto y mágico artefacto, Ipod?...Presente, que los reyes magos depositaran con el cariño acostumbrado en el interior de mis babuchas, que ahora no esperaron en el balcón como en mis tiempos de niño, y si en el alero del alma, que es donde ellos están de siempre habituados por orden de mis hijos…

Ebrio de emociones, me llegó el recuerdo de aquel poeta de raza india, nacido entre el llano y la cordillera de aquella Pampa lejana, al que sus ríos susurraban aquello de…Tú que puedes, vuélvete…Y desdeñé embarcar tras de aquella furtiva lágrima…

El río siempre ejerció sobre mí, algo especial, como su mater amantissima, la mar…
Aun habiendo de nacer tierra adentro, allá en los confines de la sierra morena, junto al nacimiento del Odiel, Múrtigas, y el Caliente, que solo bañaron mis tobillos?…

¿Hay algo más deprimido que un río en su cauce malherido? Ó viril, avasallador, y justiciero pidiendo reclamaciones por los ultrajes anteriores, cuando su corriente despierta y se incorpora iracunda contra todo lo que se lo ponga por delante?...

El río representa la vida, el afán, lo moderno y lo antiguo, el amor y desamor, y también la muerte…
Ahora el Guadiana, me hace serpentear en su compás perezoso, arrogante, y convulso a veces, en irregular camino buscando el delta y estuario donde mi alma veranea…

Hace algún tiempo, un amigo, poeta él, me aconsejaba que debiera escribir versos libres, ó blancos, en total libertad, y de hecho lo intenté, más yo, que siempre anduve prisionero de algún deber que otro, por que entonces se nacía con “deberes” tan solo llegué a ser, y sigo siendo, el carcelero de mis pasiones sin control. Después de haber leído a los clásicos me parece un pecado sacar la pluma a pasear en el jardín de la anarquía, y que se aloje en donde quiera ó pueda?...

Pero se lo prometí, y este es el resultado de aquellos versos nacidos de un día en que vi a este Guadiana, no como hoy, brioso y pedante, no!... Estaba abucharado, meditabundo, y sin ideas que llevarse a sus orillas, afeadas por el castigo inferido del incivismo reinante en este país desdibujado por el abandono político, que solo se acuerda de vestir de Pana, ó en mangas de camisa si es verano y cuando la “ocasión” lo merece? Esto de apresar al párvulo pueblo, debe terminar, porque ya fuimos a votar libertad y democracia… ¿Es que alguien lo sabe, pero no le interesa el recordar?...Por donde andarán “mis” derechos de autor?...

10-1-11

¡Guadiana!

Me dice Antonio, ¿por qué no buceas otros caminos?
Quedo pensativo…Y como siempre, me siento retado…
Salgo a la calle, y en mi rostro siento la leve brisa del río,
nuestro tímido, y desmejorado vecino...
Y despacio, con pereza pero disciplinado
avanzo hasta el ecuador de la faraónica obra,
que parece aplastarme con su insolente altitud
empequeñeciendo con acritud a este Guadiana,
que cuando sopla la brisa, no recuerda su camino?
Solo conserva el color de su esperanza
y nostalgias de aventuras
de surcar hacia su ocaso ayamontino…
Perdido el rumbo y extraviadas sus coordenadas
entre malezas que el prójimo regala a sus orillas
y de su evidente debilidad me compadezco..
Mientras, nos sigue oprimiendo el yugo, y las flechas
ascendentes, (mal parecido a la Lira) Esta burda
cúspide de cemento y acero, santo y seña del poder
del ultimo Nerón dominante..
El viento, entrelazado entre los metales, allá en su altura
provoca sonidos de órganos, que aseveran con voz profunda..
¿Dime, que piensas tirar al agua?...Algún recuerdo funesto?
De algún trato malogrado, venido de hora mala?
Ó cualquier mensaje embotellado
desde tu libertad nunca estrenada?
¿Pero esta agua, no se mueve?.. Está indolentemente varada?
¿Tendrá putrefacto su espíritu? Ó su alma negra, por impurezas
que el hombre público no rechaza?
¡Tú! Que naciste en las tierras de la mancha lo mismo que don Quijote!
Dulcinea, o Sancho Panza; como fuiste de arrogante!
Mi viejo y querido Guadiana...
En tus orillas entre juncales nacieron conquistadores,
y abrevaron sus caballos, antes de ir a las batallas,
a la busca de riquezas para el reino de las Españas..

¡Tu! Que refrescas las llanuras de tus vegas cortesanas,
dando aroma a los vinos, a entonadas gargantas
de sufridos labradores arrullados por cigarras,
a la sombra de las encinas, en su siesta bien ganada!
Mientras el sol usurero atenaza la campiña de esta
tierra tan dura, y tan extremada...
Ponle fin a los desmanes, y vuelve a ser marinero!
Y no sometas a venganza a esta sociedad inmadura,
de sentimientos infames, que no drena tus entrañas
para que tu, camines ligero.
Deja que la luz de la luna, ponga plata a tu Sirena..
Y dé sombra a los castillos, relucientes de hidalguías
ahora salobres desiertas y secas!
Y se bañen bajo este signo esas piedras milenarias
que le dan rango a tu Extremadura nunca anciana,
donde puso sus ojos el arte, la sabiduría
con historias preñadas de glorias, y añejas riquezas
en la Lusitania de su muy Augusta Emerita.
Boga! Viejo río, boga...Rumbo sur suroeste boga!..
Que tu Martín Pescador, anuncia vuelos de gaviotas
Y presagia avante claro… Nuevos puertos!
Huye de las umbrías, desdeña viejas fronteras
y agiliza por “El Pico”, para que llena de orgullo
se asome a tus verdes aguas, fortaleza almohade
a la que llamaron los árabes, Alcazaba..
Y cruza veloz el puente junto a esa torre albarrana..
¡El! Impasible! Soportando mil avenidas!
Enamorado ilustre de su hermosa Puerta de Palmas!
Y sé tú! Su silente observador, de sus amores eternos..
Y espejo de sol y sal, para los peines del tiempo,
de esta tierra que se viste de Oro y Grana!

Fernando naranjo duran.
Badajoz 27/5/0