Mi aurora* duerme en Sevilla
a la sombra de un naranjo,
como antiguo maletilla
juntito a ‘la cigarrera’
al ‘cartucho de pescao’
y a Romero en ‘su desplante’
Sevilla no me ha dejao
de enamorar un instante..
Mi aurora le dijo al río;
no bogas indiferente;
no finjas desentendío
ante tantas magnitudes.
¿Te vas y que no saludes
a las mujeres hermosas;
a la feria y a sus cosas
en su azahar de virtudes?..
¿Yo te creí tan galante
que tuve envidia de ti?
Ay río Guadalquivir,
tú como yo; trashumante.
Enamorado y feriante,
que muere y vive a la vez
por Sevilla a cada instante..
fernando naranjo duran
9-4/2016
*Mi estilográfica
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