sábado, 11 de junio de 2016

Cartel de Feria.. (1)


(reflexiones de un jubilado)

Cuando llega el cuarenta de Mayo, mi  alma se “desasosiega” debatiéndose entre las brumas de las noches  ya calurosas a sur suroeste, y cuando los trompetazos del alba anuncian otro nuevo día, en la cuenta atrás para el comienzo de la Feria de San Juan. (En este lugar donde agradablemente habito; Badajoz capital)  tengo que apartar las sábanas de mi lecho; pues estas, ya se hacen con la situación calorífica hasta el final del estío, y me vengo a mi lugar de trabajo; mi sufrido teclado con alas.. La imaginación y el recuerdo de lo vivido toman las almenas de mi castillo en el aire y comienza una sutil batalla contra todo lo establecido en los ardorosos  adarves  de mi alma.
Parece dar comienzo de nuevo; (sin tener que trasladarme a mi infancia)  que es la época en que arriba mi uso de razón a esta parda tierra extremeña; la que cantara  su poeta Luis Chamizo: ahora “verde blanca y negra” que por su desarrollo natural yo quitaría el color  ‘catafalco’ de su señera, y añadiría de nuevo el verde, como hermana de mi Andalucía.
Es a la muerte de mi Sr. Padre 1966 cuando decidimos mi madre y hermanos instalarnos definitivamente en esta bella y acogedora ciudad, que hoy nos da cobijo; y es en ella,  donde comienza para mí y los míos la gran aventura de la vida. Traslademos no a esta época en la que imperaba la adjudicación de los terrenos feriales en una noble y competida subasta de puja a la llana, y mano alzada, para dilucidar la ubicación de nuestros aparatos en dichos eriales.
Hasta estas fechas, (ya con precipitación)  no  sabíamos  a veces  el resultado final  de la antes dicha ubicación; pues no era tan fácil ponerse de acuerdo con aquellos ayuntamientos de antes; los  que no aceptaban un acuerdo coherente entre nosotros,  los industriales feriantes. Para ellos teníamos que dejarnos la piel a tiras en las salas de subastas y cuando vislumbraban cualquier atisbo de acuerdo entre nosotros; arbitrariamente desmontaban ipso facto sobre aquellos “tapetes verdes” el remate final de la puja; aunque legalmente ya confirmada.
Ahora, cuando hiciera su aparición la cacareada “democracia” todo se ha vuelto un tanto obtuso para el leal saber y entender de los que siempre estuvieron con honestidad dando fuste y dignidad  al común rotar de las ferias en su conjunto. Los ayuntamientos vieron el regalo oportuno de no soportar nuestros naturales conatos por la situación estratégicas de nuestras atracciones; así como las quejas que aún perduran por las mejoras de los campos feriales  en su acondicionamientos e infractucturas;  como son la LUZ  el AGUA, y el lugar limpio y adecuado para nuestras caravanas-viviendas al tiempo de llegada a la ciudad:  que cuando se vieron libres de la responsabilidad que supone este movimiento tradicional  para ellos ya con vistas  de hacerse solamente con el montante económico, por parte de los industriales de la feria;  fuera ya  de este trasiego, para solo dedicarse a los festejos y aquelarres de intramuros municipales;  en donde se escamotean  otras partidas; como el subirse el rango laboral, social y económico de cada individuo en cuestiones políticas de la municipalidad de turno.
 Y  así llegara a manos de “gestores” y asociaciones  gobernadas “democráticamente” por el elenco trashumante y todo cambió a un arco iris que alumbrara a capricho, de cada criterio local o provincial sin impunidad alguna, multiplicándose con cierto y exorbitado desorden el número innecesario e improcedente de atracciones sobre el suelo de nuestra patria. Imposiciones  del progreso..  Eah..Pues llevemos nuestra vieja caravana, una vez más al recito;  que la Feria va a empezar..

  La Feria cruzando el Puente
con sus recuerdos añejos
se fue despacio; muy lejos.
¿Qué medida inconsecuente
dejó el hastío elocuente
de la distancia inmediata?
Pandora ya abrió su  lata
de truenos artificiales
y tan solo los cabales
asisten en cabalgata..

fernando naraqnjo duran

11-7/2016

(Continuará)  

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