jueves, 23 de diciembre de 2010

La campana de la Vela
























Querido hermano Ismael, como ya te había comentado hace unos instantes... Ya ves en los embarques que me suelo alistar? Ahora queriendo tratar nada más ni nada menos que de su majestad el Flamenco…Bueno, tú ya sabes lo imprudente que he sido a veces, pero la muerte de este caballero del cante, Enrique Morente, como ya sabrás está junto a vosotros, los ausentes, desde hace muy poco, y como era de mi gusto no he dudado en dedicarle mis versos

(Disculpa la interrupción, está en sintonía de mi programa de< Spotifi> Gilbert Becaud dejando sus aromas en aquello de la “lo importante es la rosa” y “un poco de amor y de amistad” que se que te gustaba)… Bueno continuemos, pues aunque ya hay una legión de poetas que escriben versos a este grande, a mi no me importa, yo también quiero dedicárselos por que estos salen desde lo más jondo de mi alma flamenca..Si si…Por que cuando se siente, se puede escapar un quejío de lo más adentro…Recuerdas en nuestras atracciones, cuando poníamos los discos tú y yo?... estaban en nuestra gramola Manolo Caracol, Vallejo, el Cojo de Málaga, y el cojo de nuestra Huelva.. Pero no crean estos amigos que solo había cojos…bueno nuestro abuelo también lo fue, pero este murió antes de nosotros venir a este perro mundo. Otros fueron Juanito Varea, Pepe Marchena, la niña de los Peines… Te acuerdas aquella Semana Santa, estábamos ya en Sevilla, cuando se hacia la feria en el prado San Sebastián, y ya instalada nuestro Carrusel-Ola, esperando que llegara la hora de apertura, mientras disfrutábamos de esta manifestación de fervor sevillano, cuando allá en la Campana, en la desembocadura de Sierpes, allí frente, tenía El Pinto, y su esposa la Niña de los peines, una especie de cafetería. En la cual se había montado una tremenda reyerta con unos americanos, que por aquel entonces eran los “mascas” de aquella España cañi…

En aquella fecha cuando nacían nuestros primeros amores de juventud.. Pues esta señora lloraba en la calle junto a unos amigos que la consolaban, ya era mayor entonces…

Si, a los de nuestra edad era fácil de acercarse al flamenco, como a los toros; no era tan caro ni lo uno ni lo otro, y además con menos aglomeraciones…y más entendidos en las materias..

A quien no le atrapa un quejío y unas palmas a compás?… quien no detuvo sus pasos a la puerta de una taberna cuando el alma de un flamenco buscó un instante de eternidad?...

Quien no sabe del Piyayo, aquel duende renegrío de pura raza calé…Rafael Flores Nieto, al que su biógrafo tergiversara su verdadera identidad… ¿es que tanto haya llovido? Que se borraron las sendas y el ronco del flamenco serio y cabal?...

Lejos quedó Juan Breva y aquel Correo de Vélez, que cuando caían cuatro gotas se mojaban sus papeles…Hasta Rubén Darío le dedicara versos…aúlla ó se queja, lobo ó pájaro de amor…Dejando entrever todo el pasado de estas regiones asoleadas, toda la morería, toda la inmensa tristeza que hay en la tierra andaluza; y así todo un rosario flamenco nacido del vientre de esta vieja y sabia Andalucía, o Extremadura con su gitano ilustre, el Marqués de Porrinas, y aquellos litorales mineros de la Unión y Cartagena, del Rojo “el alpargatero” y Curro Piñana, extrayendo el mineral flamenco de sus entrañas son sus cartageneras y tarantas…Y por la bahía el Chato de las Isla y Camarón… De Cadiz Pericón la Macarrona, el Beni, o Chano Lobato, y de Jerez don Antonio Chacón, y el encurtío Agujetas. Terremoto, Sordera y el Torta.. Antonio Núñez Chocolate, la Paquera, Pansequito, desde Utrera las Fernanda y Bernarda, y en Sevilla “el carbonerillo” Naranjito, en los alcores Antonio Mairena, de Huelva el valiente alosnero Paco Toronjo!...Te dije que conocí en una noche de verano bajo el marco embrujado de la Alcazaba de Badajoz, a toda una bella dama del cante, Carmen Linares, morena menudita y recojía en su elegancia sutil sobre una silla flamenca, desgranó unos cantes mineros que se clavaron en el alma de tu hermano, sin remisión, pero cuando me presenté a ella al ayudarla a bajar los peldaños del escenario, se posaron sobre mi sus quinqueles, color de un verde intenso que iluminara y dejara vista para sentencia esta alma enamoradiza…y de Graná este calé juncá que se nos acaba de najar.. Este tenor flamenco que ha despertado a todos profundos sentimientos en esta España bicéfala! Pero así somos en este país, que solo nos unimos en los extremos del dolor por el arte, porque algo importante nos une en lo más jondo de nuestras raíces que trepan hasta acariciarnos los cartílagos del alma, y nos hace llorar juntos…Te acuerdas cuando fui con mi hijo al entierro de Paqurri en Sevilla, estaba toda ella unida ante el féretro de esta pérdida tan importante, rojos y azules todos a compás….

Te has dado cuenta, ya respiro, ya hemos terminado el compromiso, y ahora pido a los “cabales” disculpas por adentrarme de puntillas en su acorazado planeta…Solo pretendía ensalzar a ese duende que los protege de todo mal, y que los hace únicos en el planeta de todos los gachos terrenales….

Pues no te pierdas esto, aún sigue este carota de ZPe dando por culo, y el final de año, que es hoy, no veas la gente como se las esperan pasar…Bueno te dejo que voy a instalar estos versos para homenajear este flamenco que tan feliz nos hiciera con su ópera flamenca…adiós hermano, ya no vemos….

-A Enrique Morente-



Decían?... Si está mú malito?...
Cómo a un cantaor sereno
se le haya nacío un veneno
que ya lo tenga tan postraito?
Quiera lo Dios, se ponga gueno!..


En la torre de la vela
clama triste su campana,
por una pena cercana,
lloran Granada y su vega!
Desde su Alhambra cristiana...

Granada de los poetas,
Sacromonte, y Albaicín!
Hoy lo rubrican por fin,
Callejuelas, plazoletas…
Ha muerto un tenor cañí!

Y la Alhambra emite un eco…
¿Adónde el tenor gitano
decidiera tan temprano
cortar su quejío en seco,
sin anunciar de antemano?

Ya su pellizco melódico
no restalla en las tabernas,
ni se aconjunta una terna
con su temple faraónico
que tanta esencia gobierna?...

En las cuevas de Granada
el duende está recojío.
El Darro baja sombrío
Discreto, en suave cascada…
Y el Genil, boga muy frío!...

Doblan por él las campanas
y al corro de una candela,
una soleá revela…
Ha muerto la voz timbrada
del verdial y la jabera…

Y nanas y malagueñas
se arrebujan a la zambra;
lloran el polo y la caña
tango, tientos y alegría,
enmudecen bulerías,
y se templa la taranta!
Sus fandangos naturales
la sangre de su garganta!
Carceleras y tonás
por soleá, y soleares,
la rondeña se quebranta
y duele la siguiriya,
tercia valiente el fandango!
Y en las fraguas de Sevilla
va el martinete penando,
la guitarra sin cejilla…

Partió el compás sostenido
de su ópera más flamenca!
Que dios se lo tenga en cuenta,
y se lo haya agradecido
manteniéndolo reunido
cerquita de la guitarra…
Con que pena se desgarra,
firme el timbre de su voz!
En un quejío tenor,
con filos de cimitarra!...

Llora tristeza alhelí,
enmudecida la tarde…
El sol se aleja cobarde
suspirando en nazarí..
Y en el horizonte añil
se hizo el cantaór ausente,
que se fue cruzando el puente
muy lejos de su Granada...
Dos Españas apenadas
lo lloran bajo el relente!...

Triste Navidad calé,
nos falta Enrique Morente!
Que dios lo tenga presente
por la gloria de undivé!
¡Cuánto duelo entre las gentes!…

Fernando naranjo duran
19-12-2010

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