viernes, 9 de diciembre de 2016

Cincuenta versos, sin cuentas..



Para ser buen cazador
no se precisa escopeta;
solo el alma de un  poeta
alcanzará el esplendor
del jilguero trovador;
arlequín de rama en rama
allá en mi sierra declama
motivos de mi quebranto;
sus parajes con encanto
ausentes de mi ventana..

Quien como el búho silente
que no  emite ni un reproche
y vigila cada noche
soportando aquel relente.
El que me hiciera valiente
al emprender el destino;
hoy llevo el paso cansino
pero con ojos abiertos
asistiré  a los  conciertos.
Iré cual nuevo vecino..

Quiero ser el ruiseñor
de bien templada garganta;
trovador que se agiganta
pretendiendo ser tenor
en un  aria con amor;
y en este valle; mi "Scala";
surja mi voz limpia y clara
tan fresca y exuberante
de doctrina trashumante
en su  cadencia  serrana..

Ser la voz de aquellos campos
que necesitan hablar,
para poder reclamar
las causas de penar tanto;
que a pesar de sus encantos
nos ofrecen gentilezas.
Madre de nuestras grandezas
que atesora y a morena
alegrías; como penas;
dulzuras;  como  asperezas..

Ser arteria de sus ríos
que se hacen marineros;
o espejo de aquellos cielos
añiles;  que son tan míos.
Serrano soy por sentío,
y por mis venas ardientes
boga aquel  calor silente
del Múrtiga y el Odiel;
serrano soy como aquel
que el valle llama;  Caliente!..

fernando naranjo duran


6-12-2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario