Es usted señora mía
la que al manto de la noche
se ofrecía sin reproche
cuando en deseos ardía,
y en nocturna alevosía
empaparon se mis sueños
en precipicios de ordeños
tan lejos de mi frontera,
y aprisionó mi espinela
entre sus senos con dueño?...
Despoje se dé antifaz
también azulado burca,
fundidos en pasión turca
su acierto será veraz!
Renuncio ser montaraz
pondré tules y satenes,
y delicados sostenes
sobre su piel exquisita,
ya inmersos en su Mezquita
también, Tiara en sus sienes…
fernando naranjo
24-7-10
Bravo, bravo, amigo Fernando. Esta poesía dicha con acento medio andaluz debe tener fuerza como para derretir a cualquier moza. Un abrazo.
ResponderEliminarPreciosos versos, amigo fernando. El próximo jueves 17 (D.m) presentaré un libro de poemas en el "Café Victoria" me gustaría verte por allí, a poder ser.
ResponderEliminarUn abrazo. María.
gracias Fernando, poeta y amigo gentil que no te duelen prendas y vienes a mis encuentros sin perezas...Sigue siendo un honor para mi tú docta presencia,y espero estes del todo resuelta aquella dolencia tuya...un abrazo!
ResponderEliminarMaría, amiga, ya sabes cuanto celebro que vengas, yo entre querer escribir y pintar, el tiempo no me sobra, ya sabes lo que te atrapan estas cosas..Espero que toda mi gente , que es la tuya, esten todos bien. Trataré de acercarme el Jueves, y así comentar.. un abrazo, y recuerdos a todos..
ResponderEliminarMe gusta más si cabe ser mujer, después de leerte. Gracias Fernando
ResponderEliminarPues sé mujer hasta lo más recóndito de tú ser, y sé madre amantísima, hasta la saciedad y amante fiel para un sentír, como este mío, que os adora por vuestro perfumado olor a hembra en el tacto delicado del tejido de vuestra piel...
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