Hoy te quiere mi avaricia
con apetitos de urgencias;
te quiere fresca y lozana,
también madura y selecta
con soberana impaciencia.
Te quiere porque te quiere
con la amplitud de sus
medios:
te quiere, mi amor; si puedes,
entrégate sin franquicias
imponiéndole remedio.
Por acequias y barrancos
y en la umbría de sus sueños
te quiere y entre retamas
ella sueña que tú le amas
y que le prestas empeño.
Mira tú que es Navidad
y toca comer turrones:
no te hagas tú de rogar
y déjate enamorar,
no le des pares y nones.
Que mi avaricia te sigue
por tu planta generosa
y el perfume que desprendes;
aunque presentes espinas,
tú no eres más que una rosa.
Fernando naranjo duran
20-12-2018
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