A.D.N.
¿No corrige mi ade-ene
la manera de pensar?
Por obstinado sostiene
que el amor entre vaivenes
es seductor singular.
Las cosas de la genética
que impulsiva en duermevela,
desconoce la aritmética
la medida y su compás;
de si Carmen o es Carmela
que súbito enamorar.
Solo sabe, si es que llega,
al fondo de tus sentidos,
y en clase particular
él propulsa tus latidos;
busca tu ritmo y compás.
Y como siempre sincero;
segador de rubios trigos:
de feriante y carpintero
-lo mismo que mis abuelos-
por herencias, sensitivo.
Y el cuerno de la abundancia
jamás embistió hacia mí:
la cornucopia arrogante
no consideró importante
“acaudalarme” por fin.
Fernando naranjo duran
22-12-2018
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