martes, 9 de febrero de 2021

Asuetos.-

 

Asuetos.-

 

 

Ya no tengo quien me envidie

ni reclame a dios mi muerte,

si todo acaba y coincide

y al final nada lo impide

¡qué buena suerte, es mi suerte!

 

Ni el viento ya me consulta,

ni el verano me hace viejo,

ni un culebrón se me apunta

a maldecir mi existencia,

¿será que me sienten lejos?

 

No quedan más que recuerdos,

y alguna, otra fea herida,

más, la lengua no me muerdo

y apresuro a denunciar

aquellas malas partidas.

 

El tiempo lo borra todo,

todo lo efímero y vano:

más, no olvidaré el infierno

que sobre mí lacró su huella,

en aras de algún villano.

 

Si es que el alma nunca muere

esta mía ha de vagar,

entre las que más urgieren

por la ofensa innecesaria

que honesto es, reivindicar.

 

Severa y acusatoria

rondará sin escopeta,

y solo por disuasoria

mi sufrida alma poeta

versará sus negras glosas

sobre las criptas mafiosas

donde todo satanás

irá bajo aquellas losas,

y ofendida y silenciosa

no los ha de perdonar.

 

Fernando naranjo duran

15-1-2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario