No hay otra
musa mejor
dándome
satisfacciones
que mujer en
su esplendor
-sin
preguntarle la edad-
sabe
conquistar mi amor
más allá de
sus razones.
Otras musas
son las tierras
en que naces
o cohabitas:
pues cuanto
misterio encierran,
quizás
porque todas hembras
aúnan
delicadezas
y a mí las
penas me quitan
haciéndome
ser un hombre:
sin ellas
qué poco hacer;
una me diera
a mí el ser
con otras
probé mi nombre;
y ahora
ellas me enamoran
con la
ilusión de mi ayer.
Quiera dios
que no me falten
ni abandonen
mi palenque:
quisiera ver
sus semblantes
serenos sin
una lágrima:
cuando mis
últimos versos
anuncien
saberme ausente.
Fernando
naranjo duran
21-1-2018
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